En cualquier negocio de atención al público que se precie se tienen que tener una serie de pautas a la hora de atender a los clientes. En el caso de la farmacia, el protocolo que se lleve a cabo a la hora de vender o asesorar a los pacientes también tiene que estar prefijado y, sobre todo, llevarse a cabo con paciencia y muchísimo respeto.
Hay una premisa en los negocios de venta al público que se basa en que “El cliente siempre tiene la razón”. Y es que, al final, discutir o enfrentarse con un cliente puede ser una estrategia nefasta para el devenir de tu farmacia.
En Arras Farma vamos a darte algunos detalles para que sepas cómo atender en la farmacia y poder ofrecer un servicio profesional y serio.
Consejos para atender en la farmacia a tus clientes
Un farmacéutico cumple diferentes funciones durante su jornada laboral. Además de dispensar los medicamentos, también realiza tareas de atención al cliente para resolver dudas, ayudarles en su salud y poder poner a su disposición los conocimientos que tienen sobre el sector de la medicina.
Por tanto, se tiene que definir una buena estrategia que tenga en cuenta la fidelización de los clientes, el trato que se le dispense y la manera de resolver algunas incidencias que puedan resultar del día a día.
4 perfiles de clientes de la farmacia
Pero, evidentemente, no podemos hablar de cómo atender en la farmacia sin tener en cuenta los distintos perfiles de clientes que pueden venir a nuestra farmacia. Aprender a detectarlos nos ayudará a saber cómo tratarlos y a poder resolver sus dudas de una forma concreta. Por eso, para ayudarte en este sentido, aquí te indicaremos los tipos de clientes que más frecuentemente acuden a las farmacias.
- Hipocondríaco: es decir, la persona que acude a la farmacia con miedo y temor de tener alguna enfermedad grave. Estas personas suelen acudir de forma frecuente a la farmacia en busca de consuelo y de tranquilidad. En estos casos, nosotros lo que debemos hacer es escuchar lo que le ocurre (no debemos nunca nada por sentado) y ofrecerle el mejor tratamiento o el consejo que necesita.
- Impaciente: este es el tipo de cliente que acude con prisas. Siempre aparece con un objetivo claro, comprar el medicamento que necesita y marcharse. Esto puede ser un problema si tienes la farmacia llena pero, en ningún momento, se le debe dar un trato “de favor”. Para tranquilizarle, dirígete a él y con una sonrisa dile que en seguida le atenderéis.
- Insatisfecho: este tipo de cliente es el que quiere que se le trate con “favoritismo” por el hecho de ser cliente tuyo. Normalmente, suelen tratarte con más familiaridad y, a veces , la confianza hace que se sobrepasen los límites: suele pedir muestras gratis, tratos de favor, etcétera. A estos clientes puedes agasajarlos pero siempre manteniendo bien marcados los límites, además, suelen valorar de forma muy positiva que se les escuche y se les atienda con tiempo y calma.
- Indeciso: y, por último, este es otro de los tipos de clientes más habituales de las farmacias. No tienen muy claro cuál de los productos para vender van a quedarse. Para actuar ante ellos, lo mejor es que te limites a presentarle dos productos como máximo y que valores lo positivo y negativo de cada uno de ellos para que, al final, tome la decisión.