Descenso de ventas en las farmacias turísticas

La pandemia que estamos viviendo a causa del COVID19 ha modificado sobremanera el panorama al que estábamos acostumbrados, tanto a nivel económico como de modo de vida. De hecho, el turismo ha sido uno de los sectores más golpeados por la crisis, por el cierre de fronteras y las recomendaciones de no viajar fuera de cada país.

Esto también ha afectado al sector farmacéutico, concretamente, a las farmacias turísticas que han visto cómo su facturación ha sufrido un gran descenso con respecto a otros años anteriores. En este post de Arras Farma queremos analizar cómo ha sido el descenso de ventas en las farmacias turísticas y las soluciones que se están barajando para encarar el último trimestre de este año tan particular.

Las farmacias turísticas, una de las más golpeadas en esta pandemia

Aunque en la situación de crisis sanitaria que hemos vivido las farmacias han esquivado la crisis, lo cierto es que las oficinas especializadas en el ámbito turístico no han tenido la misma suerte. Y es que el sector farmacéutico ha sido esencial durante esta pandemia y se ha convertido en uno de los agentes sanitarios imprescindibles para evitar las aglomeraciones en hospitales y centros de salud. Pero, mientras que las farmacias de interior han tenido un gran auge, las turísticas han padecido un declive y un importante descenso de sus ingresos.

De hecho, se estipula que la facturación de este tipo de farmacias ha llegado a descender un 50%, es decir, la mitad de las ganancias que generaban en periodos anteriores; en cambio, las boticas de interior han aumentado su facturación hasta un 30%. Esta desigualdad ha hecho que la situación de las farmacias turísticas sea muy precaria y que, muchas de ellas, teman tener que cerrar al no haber pronósticos demasiado favorables en vistas a los próximos meses.

Este tipo de farmacia abunda en lugares que viven sobre todo del turismo. Por ejemplo, en localidades veraniegas como Benidorm o, por supuesto, en islas como Tenerife o las Baleares. Una de las demandas más unánimes que hay entre los profesionales del sector es que el COF debería empezar a plantear una estrategia para potenciar ventas en farmacia turística. Y es que el personal de las boticas situadas en lugares turísticas han afirmado que, incluso, han habido días en los que no ha entrad ni una sola persona en la farmacia. Durante la época estival y con la leve apertura de fronteras, hubo más movimiento, pero en absoluto comparable con los años anteriores.

Ayudas a las farmacias turísticas

Uno de los reclamos que más se están haciendo oír entre las personas que trabajan en este tipo de oficina farmacéutica es que se empiecen a crear ayudas para poder salvar este momento de crisis y evitar el cierre del negocio. De hecho, algunas entidades financiares como La Caixa o Bancofa han empezado a crear líneas de financiación para que las oficinas farmacéuticas puedan pagar sus facturas y sus deudas con la Seguridad Social.

Además, para poder reducir los gastos de personal, también se están barajando reducir horarios, aunque esto no supone ventaja alguna porque la farmacia igualmente debe estar abierta los días estipulados. Muchas de estas boticas se han visto con la necesidad de aplicar ERTE’s a algunos de sus empleados y, ahora, vuelven a alzar la voz ante la imposibilidad de volverlos a contratar, puesto que la temporada turística está llegando a su fin y no hay perspectivas de mejora a corto plazo.

Ante esta situación, proponen que se cree de forma oficial alguna subvención o ayuda que pueda potenciar las ventas en las farmacias turísticas y evitar, así, que la precariedad de estos negocios se alargue por más tiempo. Sobre todo, reclaman que el COF sea la entidad encargada de pensar cómo poder ayuda a estas farmacias y comenzar a trabajar en la línea que sea necesaria.

Las farmacias turísticas sin visitas locales

Uno de los grandes inconvenientes que sufren las farmacias turísticas es que estas boticas apenas son frecuentadas por locales. Esto hace que los turistas entren a las oficinas para comprar bienes de primera necesidad y, debido a la situación actual, esta compra cada vez es menor y la afluencia de clientes también es menor.

Los turistas entran para comprar productos como paracetamol o mascarillas, un tipo de producto que tiene muy poco margen de beneficio para la botica; en cambio, el comprador local no suele acudir a estas farmacias para hacer sus compras y, esto, hace que el estancamiento sea brutal y que, además, no haya un futuro bien definido para el porvenir de estos negocios.

Es importante remarcar que las farmacias situadas en zonas de playa o costa suelen aumentar un 60% las ventas durante el verano. Pero, este año, pese a la reducción de turismo y a la crisis económica causada por la pandemia, estas ventas se han visto estancadas y los farmacéuticos no ven claro el horizonte.

farmacia-rural

Las farmacias rurales, un ejemplo de supervivencia

En la otra cara de la moneda de las farmacias turísticas nos encontramos con las rurales, es decir, las boticas de interior que también suelen ver cómo su facturación aumenta durante el verano a causa de que muchos turistas acuden a los pueblos.

Pero este año, debido al confinamiento, los veraneantes no solamente han acudido en épocas de verano, sino que se han trasladado a las segundas residencias durante toda la primavera. Esto ha hecho que las farmacias rurales hayan vivido una situación más relajada y que su facturación no se haya visto dependiente únicamente de los meses de verano.

Como vemos, la pandemia del COVID19 ha afectado al sector farmacéutico de formas muy distintas. En términos generales, el sector ha sufrido un gran auge y los beneficios han aumentado; sin embargo, en boticas dependientes del turismo exterior, esta situación ha sido totalmente la contraria y, por eso, se piden ayudas y planes para evitar el quiebre de algunas de estas boticas.

 

 

Dejar una respuesta

Abrir chat